Las preparaciones sustanciosas, nutritivas y suculentas son las que nos inspiran y ayudan a cuidar nuestro organismo. Y entre esas recetas se encuentra el reconfortante guiso de garbanzos y quinoa; un platillo que te permite obtener muchos de los elementos reconstituyente que necesitamos. Porque sabemos que la quinoa es una proteína vegetal muy digestiva que no contiene gluten; y que los garbanzos nos aportan hidratos de carbono de absorción lenta y también mucha fibra.
Además, nuestro reconfortante guiso de garbanzos y quinoa incluye cúrcuma, un poderoso antioxidante que contiene propiedades antinflamatorias y anticancerígenas comprobadas. Y, aunque nuestra preparación es muy sencilla y humilde, es muy poderosa en nutrientes. Por eso, te sugerimos que aproveches el fin de semana y elabores una buena cantidad de este sabroso guiso. Luego, lo reservas por raciones y lo usas en los días de afán, para garantizar una buena nutrición.
Reconfortante guiso de garbanzos y quinoa
El guiso de garbanzos y quinoa es un plato saludable, contundente y que ocupa ingredientes que comúnmente tenemos a mano. Así que, pongamos manos a la quinoa y lavémosla meticulosamente para eliminar correctamente las saponinas y unámosla a unos suaves garbanzos previamente cocidos. Incluyamos algunas verduritas y especias sazonadoras que elevarán este plato de nivel; seguro tu cuerpo te agradecerá sentir el confort al degustar este delicioso potaje casero.
Ingredientes
3 tazas de quinoa cocida –previamente bien enjuagada y escurrida-
400g de garbanzos previamente cocidos
2 zanahorias grandes
1 cebolla grande
1 ½ cucharadita de cúrcuma fresca rallada
½ cucharadita de pimienta negra
1 cucharita de comino ligeramente tostado y molido
5 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Sal al gusto
Preparación
- Corta las zanahorias y la cebolla en juliana, coloca una sartén a fuego medio y cuando esté caliente agrégale un chorrillo de aceite.
- De inmediato, adiciona la cebolla picada y sofríe removiendo ocasionalmente hasta que se observe transparente.
- En este punto agrega las julianas de zanahoria y continúa removiendo hasta que estén suave; si lo crees necesario podrías añadir pequeñas porciones de agua durante el proceso para que la zanahoria no se pegue.
- Cuando las verduras estén tiernas agrega la cúrcuma, el comino, la pimienta recién molida, sal al gusto y mezcla para integrar los sabores.
- Seguidamente, añade la quinoa y también los garbanzos; sigue mezclando para que la preparación vaya tomando gusto.