La quinoa es una súper semilla y su consumo nos ayuda a obtener muchos nutrientes; esto la hace una atractiva opción a la ingesta frecuente de arroz o pasta. Además, su energía nos permite optimizar nuestro desempeño diario; porque el presente requiere que protejamos nuestra salud, seamos creativos y que valoremos lo realmente importante. Y ¿Qué forma más práctica de maximizar tiempo, energías y salud, que cocinando una quinoa cremosa con salsa de tomates y parmesano?
Esta preparación tiene otras ventajas: permite consumir con mayor frecuencia vegetales como el tomate o el calabacín y es muy fácil de elaborar. También, queda riquísima con la adición del queso parmesano, que le provee una textura extra cremosa que nos recuerda el tradicional risotto. Y es muy versátil, pues puede consumirse tal cual o se puede adaptar, intercambiar o añadir algún ingrediente; según el gusto de cada quien. Lo indispensable es propiciar el consumo de la quinoa.
15
Quinoa con salsa de tomates y parmesano. Cremosa receta
Te sugerimos que, si tienes a tu alcance una mezcla de quinoa blanca, roja y negra, la aproveches para elevar este plato a un nivel gourmet. Al usar una mixtura de quinoa creas un efecto muy atrayente a la vista; esto estimula a probar el plato y apreciar su contundente sabor. Si no, no te preocupes, está genial utilizar la quinoa que tengas a mano, que generalmente es la blanca.
Ingredientes
1 taza de quinoa
2 y ½ taza de caldo de pollo –preferiblemente-
1 tomate maduro
20g de tomates secos –previamente remojados en agua por 10 minutos –
20g de mantequilla
50g de queso parmesano rallado
3 dientes grandes de ajo
¼ taza de pasta de tomate
1 calabacín grande
1 trozo al gusto de kale o col risada
Especias al gusto –oreganillo, albahaca, azafrán, laurel u otras-
Cebollino para decorar
Aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta recién molida
Preparación
- Coloca la quinoa sobre un colador bien tupido y lávala minuciosamente con abundante agua, estrujándola para eliminar toda la saponina; luego escurre al máximo la quinoa.
- Calienta a fuego medio una cazuela con un chorrillo de aceite de oliva, maja 1 diente de ajo y agrégalo a la cazuela; añade la quinoa y sofríe unos minutos para impregnarla del delicioso aroma del ajo.
- Incorpora 2 tazas de líquido, preferiblemente caldo de pollo o verduras, aunque también puedes usar agua; añade sal al gusto y cocina hasta que el líquido reduzca un poco. En ese punto, tapa, baja el calor de la cocción y cocina hasta que la quinoa esté transparente y sin líquido.
- Seguidamente, trocea al gusto el tomate natural y el calabacín y maja el ajo restante.
- De inmediato, coloca a fuego medio otra cazuela, agrega un chorrillo de AOVE y el ajo majado; remueve e incorpora el tomate y el calabacín, cocina removiendo con frecuencia.
- Mientras los vegetales se cuecen agrega en el procesador o la licuadora la ½ taza de caldo reservado y la pasta de tomate; junto con los tomates secos -previamente hidratados y escurridos-.
- Lava y trocea al gusto el kale o col rizada y reserva
- Cuando el sofrito de tomates y calabacín esté bastante cocido, adiciona a la cazuela la mezcla licuada o procesada y las especias elegidas.
- Agrega la quinoa a la cazuela y remueve para que se integre y absorba parte del líquido.
- Cocina un poco más hasta que tenga la consistencia de un risotto, es decir algo cremoso; en ese punto añade la col y remueve suavemente por 1 minuto.
- Adiciona la mantequilla y el parmesano, remueve delicadamente para incorporar todo y que se liberen los sabores y aromas.
- De inmediato retira del calor.
Sirve prontamente para evitar que la quinoa cremosa con salsa tomates y parmesano se seque.